Crack de los tulipanes.
La Uva Dorada
La racionalidad de las personas ante los acontecimientos económicos, parece ser no estudiada a fondo por la por la siquiatría moderna.
En la Holanda próspera del año1635 en sus bares y tabernas entre garras de cervecera y botellas de vino se formo el primer crak conocido como tal. La Uva Dorada era el bar donde se realizaban las transacciones. Allí se vendían y se compraban los bulbos de los tulipanes. El último vendedor pagaba la ronda en el bar y el comprador se quedaba con los bulbos comprados.
Sobre las mesas del bar gritaba la voz del subastador ¡Un lote de Semper Augustus! Por 100 florines. Adjudicado, dos lotes por 200 florines, adjudicado y así todos los días. Nuevamente el vendedor pagaba la ronda de vino, el efecto del alcohol y la subida de los precios crearon una euforia nunca conocida en otra actividad humana. Hasta que cierto día después de los precios estuvieran en máximos, el mismo subastador nuevamente decía ¡Un lote de Augustus por 90.000 florines! Nuevamente el subastador hizo ofertas de venta, pero ya nadie compraba, los lotes disminuían y los precios más deprisa que el precio había subido. Nadie contesto a la oferta, ¡Un lote por 1.250! ¡Un lote por 1.000 florines!, esta fue la última contrapartida. Al paso del tiempo el valor de un bulbo era el mismo que el de una cebolla.
“En 1635 se vendieron 40 bulbos por 100.000 florines. A efectos de comparación, una tonelada de mantequilla costaba 100 florines, y ocho cerdos 240 florines.5 Un bulbo de tulipán llegó a ser vendido por el precio equivalente a 24 toneladas de trigo. El récord de venta lo batió el Semper Augustus: 6.000 florines por un sólo bulbo, en Haarlem.
En 1637, el 5 de febrero, un lote de 99 tulipanes de gran rareza se vendió por 90.000 florines: fue la última gran venta de tulipanes. Al día siguiente se puso a la venta un lote de medio kilo por 1.250 florines sin encontrarse comprador. Entonces la burbuja estalló. Los precios comenzaron a caer en picado y no hubo manera de recuperar la inversión: todo el mundo vendía y nadie compraba. Se habían comprometido enormes deudas para comprar flores que ahora no valían nada. Las bancarrotas se sucedieron y golpearon a todas las clases sociales. La falta de garantías de ese curioso mercado financiero, la imposibilidad de hacer frente a los contratos y el pánico llevaron a la economía holandesa a la quiebra”. Wikipedia
Este comentario intenta definir la locura de las masas. Como la euforia en todas las burbujas siempre estallan cuando se pierde la racionalidad del valor de las cosas. Cómo repetitivamente los hombres cometemos siempre los mismos errores, la codicia y la ignorancia nos llevan a hechos como al pueblo holandés le llevo a la quiebra en su momento. Tan grande fue que tardaron una generación en reponerse de sus errores.
En 1630 se habría pagado una fortuna por saber que los tulipanes multicolores eran el resultado de una enfermedad en los bulbos, y el agente transmisor era el pulgón.
“La especulación es mas vieja que las montañas” nos decía Jesse Livermore el mayor trader de todos los tiempos. Y parece ser que no hemos aprendido nada del pasado, para saber lo que tenemos ante el futuro.
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